Anteriormente mencionamos en qué consisten otros dos acuerdos importantes para llevar a cabo en la vida si se busca crecer en el aspecto espiritual y personal, sin embargo y retomando la lectura en cuestión, añadiremos un tercer acuerdo importante, buscando ayudarte en tu camino y lograr que seas una persona más plena, capaz de seguir acuerdos saludables para tu vida diaria y sobre todo, dejes atrás una serie de ataduras que, sin darte cuenta, puedan estar atentando contra tu salud mental o el plano positivo de tus pensamientos y sentimientos.

Pero, ¿en qué consiste el tercer acuerdo? Este consiste en no hacer suposiciones, reconociendo que los seres humanos tendemos a suponer todo, a manejarnos mediante el prejuicio o la preconcepción sobre las cosas, sin reconocer que esas suposiciones, no siempre se apegan a la realidad. Creemos que lo que suponemos es cierto, juramos que es real, sin caer en la cuenta de que estamos partiendo desde nuestro diálogo interno, que bien puede ser positivo o negativo, pero no por ello nos dará la capacidad de ver el futuro o leer a otros inequívocamente.

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Suponemos lo que los demás hacen o piensan, sin constatar la veracidad de dichas suposiciones y posteriormente, tomamos de manera personal cualquier ataque o comentario que pudiera parecer incómodo para nosotros, nuestro plano sentimental y para nuestro concepto de nosotros mismos.  

Lo que implica la suposición

Después de lo anterior, culpamos a otros de lo que nosotros traducimos e interpretamos en sus comportamientos; para posteriormente reaccionar enviando veneno emocional con nuestras palabras, por ello, al hacer suposiciones, nos buscamos un problema. 

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Esto sin mencionar, lo que anteriormente se compartió en lecturas en torno a los acuerdos, donde hablamos de que el veneno emocional enviado a otros, generalmente vuelve a nuestro plano sentimental y los únicos que acabamos dañados, dolidos y susceptibles, somos quienes lo enviamos o en su defecto, quienes nos permitimos recibirlo de otros, ya sea a través de la suposición o de la recepción directa de ese veneno emocional, el cual llega a nosotros mediante palabras o ataques.

Después de la suposición

Ya hablamos sobre la suposición, pero es importante comprender lo que viene después de que asumimos algo, pues no solo se trata de “anticipar” o “leer” alguna actitud o hecho proveniente del exterior. Hacemos una suposición, comprendemos las cosas mal, nos lo tomamos personal y hacemos un enorme drama a partir de nada, es decir, a partir de un hecho que no podemos comprobar o afirmar, un hecho que no nos consta.

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Analicemos el pasado y nuestra historia de vida, reflexionando en torno a la tristeza y los dramas que hemos experimentado; reconozcamos que éstos, tienen en su mayoría una raíz en las suposiciones que hicimos y lo que nos tomamos personalmente. Toma un momento para pensar en esto; muchos problemas se basan en ese tipo de malos entendidos. 

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Hacer suposiciones y tomarlo personal, genera veneno emocional, que complementado con “chismorreo”, es aún peor, pues en vez de pedir una aclaración, defendemos ese punto y buscamos que otro sea el que no tiene razón, por ello, una forma de atacar este problema, sería preguntar antes que hacer suposiciones que nos hacen sufrir.

El “mitote”

La palabra “mitote”, está relacionada con el chisme, que antes mencionamos. Es una palabra de origen tolteca relacionada con el ruido mental que los malos entendidos generan en nuestra mente, y cómo esta lectura está basada en un libro tolteca, emplearemos el “mitote”, como sinónimo del chisme, el malentendido o la suposición infundada o incorrecta. 

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Dicho lo anterior, expliquemos que un “mitote” en nuestra mente, nos lleva a solo oír lo que queremos oír y ver lo que queremos ver, no nos basamos en la realidad e inventamos cosas en nuestra imaginación, al no entender algo, suponemos cuál es su significado, pero cuando la verdad viene, resulta ser muy diferente a lo que pensábamos; por lo tanto, en vez de ser apasionados y dejarnos guiar por los sentimientos, debemos basarnos en los hechos comprobables, en la realidad que nos rodea y no permitir que los sentimientos o una pre concepción negativa de algo o alguien, influya en nosotros. 

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Pero, ¿a qué quiero llegar con lo anterior? Una forma de ejemplificar el párrafo que recién leímos, es entender que con solo mirar a alguien, puedes hacer una serie de suposiciones e imaginar una fantasía que bien puede ser positiva o negativa, la fantasía está en tu mente, en tu sueño personal y no forma parte de la realidad absoluta, no es un hecho medible ni comprobable y está sumamente influenciada por tu plano emocional, tus vivencias pasadas y la forma en que otras situaciones similares han moldeado tu esquema de suposiciones o preconcepciones.

Te invitamos a leer nuestro próximo artículo sobre las suposiciones y su efecto en las relaciones humanas, así como la serie completa de artículos sobre acuerdos personales. ¡Hasta pronto!

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