Como mencionamos en el artículo anterior, permitimos aquello que nuestro sistema de creencias nos lleva a permitir de otros, es decir, lo que creemos merecer. El permitir que nos vejen y lastimen, refleja o significa que no nos sentimos dignos de amor y respeto, que no somos lo suficientemente buenos. Necesitamos que otros nos acepten y nos amen, pero nos resulta imposible aceptarnos a nosotros mismos. 

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Una mejor autoestima permite menor maltrato, pues el abuso es una consecuencia de un autorechazo en el que nos encontramos debido a los ideales perfectos en los que solemos caer, aquellos que nos alejan de una autoaceptación y que de hecho, no permiten aceptar tampoco a otras personas. 

¿Qué es un acuerdo?

Primero que nada, debemos reconocer que existen miles de acuerdos con uno mismo, en torno a los sueños que tenemos para nuestra vida, Dios, la sociedad, nuestros padres y nuestra pareja. Día a día, acuerdos son llevados a cabo para perfilar nuestra vida y la realidad en que nos encontramos, no caemos en la cuenta de que esos acuerdos moldean el presente y el día de mañana, nos encontraremos con un futuro que ya estará sucediendo de acuerdo a esos acuerdos. 

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Los acuerdos más importantes son los que hacemos con nosotros mismos, en torno a quienes somos, que sentimos, las creencias que tenemos y cómo debemos comportarnos; todo ello moldea el quienes somos, es decir, nuestra personalidad.

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Al reconocer estos acuerdos, seremos capaces de comprender de qué somos capaces y de qué no, qué cosas son posibles y qué cosas son imposibles. Hablar en torno a un solo acuerdo, no es ningún problema, pero tenemos una serie de acuerdos en nuestro diario vivir, que nos llevan al sufrimiento, mientras que algunos otros, nos permiten tener felicidad y satisfacción, rompiendo con el miedo y reclamando nuestro poder. 

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Estos acuerdos no solo nos sirven para todo lo que ya mencionamos, si no que nos ayuda a discernir entre las cosas que son posibles de las que son imposibles.  

Uno solo no es un problema pero tenemos muchos que nos hacen sufrir, tener felicidad y satisfacción es romper con el miedo y reclamar tu poder, los acuerdos que surgen del miedo nos quitan energía y los que nacen del amor nos renuevan 

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El poder personal

El poder personal se ve mitigado cuando planteamos en nuestra vida acuerdos imposibles de alcanzar, acuerdos que pueden llegar a ser arbitrarios o imposibles de cumplir. 

Nuestra vida cambia cuando logramos cambiar los acuerdos que tenemos con nosotros mismos, por insignificantes que sean, en conjunto pueden tener una gran importancia y nosotros, a través de ellos podemos cambiar nuestra realidad del día a día.

¿Cómo podemos cambiar nuestra vida si no podemos cambiar acuerdos insignificantes? Hay que reconocer que nuestra vida o nuestra realidad no nos gusta, para poder cambiar. 

Existen cuatro acuerdos poderosos para romper con esos esquemas, estos acuerdos nos permitirán cambiar todo nuestro sistema de creencias. 

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Sé impecable con tus palabras 

Este es el acuerdo más importante y el más difícil de cumplir. Una vez que hayamos dominado este primer acuerdo, alcanzaremos un nivel de existencia superior. 

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Primero que nada, definamos lo que son las palabras: Las palabras son el poder de creación que existe en la época moderna, es decir, a través de ellas nos permitimos dar forma a una serie de expresiones e ideas. Las palabras son un don de Dios. 

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En el principio de los tiempos existía el verbo y el verso estaba con Dios, el verbo era Dios y a través de él expresamos quiénes somos y reflejamos nuestro talento. Las palabras son poder, expresan, comunican y nos permiten pensar en ideas puntuales o crear los acontecimientos de nuestra vida. 

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Ningún otro animal puede hablar, por eso debemos valorar el don de la palabra; este es un instrumento de magia que puede crear o destruir a individuos y comunidades. Al usar mal las palabras, se crea un infierno. Las palabras nos esclavizan o nos liberan y la magia que poseemos se basa en ellas. 

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Cuando las palabras infunden miedo, nos generan caos. La mente humana es un campo fértil donde se pueden plantar opiniones a manera de semillas, por eso, aunque las palabras tienen una gran magia, deben utilizarse con sabiduría. 

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Retomando el tema del miedo, podemos explicarlo un poco más a fondo explicando que a través de la palabra podemos infundirle este sentimiento a otros, haciéndolos sentir mal con ellos mismos; por eso es importante ser impecables con nuestras 

Conclusiones: 

Podemos concluir que las palabras, son grandes comunicadoras, grandes conectoras que nos permiten socializar, crear campañas en torno a una causa o idea, así como expresar sentimientos negativos, de miedo y enojo; por ello, en este artículo, se busca hacerle entender al lector que aunque las palabras representan un gran beneficio para cada individuo, también pueden ser un arma de doble filo y representar grandes problemas para nuestro desarrollo personal si no sabemos cómo manejarlas. 

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Ser impecable con nuestras palabras, nos permitirá tener un mejor manejo de nuestros sentimientos, lo que generará una sensación de control y suficiencia, ésta se traducirá a la larga en una mejora gradual.

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