En artículos anteriores, hemos hablado sobre cómo trabajar temas relacionados con la autocompasión; pues muchas personas llegan a caer en un autocrítica exagerada, que se traduce en la baja autoestima y en la falta de autocompasión, pues como ya hemos platicado en otras ocasiones, la autoestima, entre muchos otros criterios, está formada por el trato compasivo o inquisitivo que podamos darnos a nosotros mismos. 

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Una vez entendidos conceptos como el de la autocrítica exagerada y sus afectaciones hacia la autoestima, podemos avanzar a definir su contraparte, que será eje para el siguiente artículo: La comodidad y la autocompasión excesiva. 

¿A qué nos referimos con “comodidad”?

La comodidad, durante este artículo, fungirá como un factor muy saludable y relacionado con el hecho de buscar sentirnos bien en el día a día, premiarnos después del esfuerzo y permitirnos estar tranquilos con nuestro entorno, a través de los distintos momentos de disfrute y calma. 

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Sin embargo, la comodidad tiene una naturaleza complicada, porque al ser más placentera que el trabajo duro del día a día, si no cultivamos una relación saludable con esta comodidad, podemos caer en un exceso poco saludable, que el día de mañana nos imposibilite realizar actividades retadoras o alcanzar metas en el mediano y largo plazo. 

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Cuando caemos en una comodidad excesiva, podemos mostrarnos reacios a llevar a cabo otras actividades que encontremos menos cómodas, por lo que es necesario equilibrar todos los rubros de nuestra vida en medidas en que seamos productivos, nos sintamos bien con nosotros mismos y tampoco lleguemos a una sobreexplotación de nuestras características positivas, pues esta autoexigencia 

Compasión excesiva 

La compasión es un factor necesario para la vida diaria, pues es importante tratarnos con amor, respeto y permitirnos fallar sin  por ello; sin embargo, el tema de la autocompasión está muy relacionado con la autoestima. 

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La autocompasión, en su justa medida, puede ser una herramienta poderosa para cultivar la empatía hacia uno mismo y gestionar las dificultades de la vida con comprensión y amabilidad. Sin embargo, cuando la autocompasión cruza la línea hacia lo excesivo, puede convertirse en un obstáculo para el crecimiento personal y el bienestar emocional.

La autocompasión excesiva se manifiesta cuando una persona se sumerge en un ciclo interminable de autocrítica, lamentación y victimización. En lugar de reconocer los errores como oportunidades de aprendizaje, la autocompasión excesiva tiende a alimentar una mentalidad de derrota y resignación.

Características de la autocompasión excesiva

Una de las características más destacadas de la autocompasión excesiva es la falta de responsabilidad personal. En lugar de asumir la responsabilidad de sus acciones y trabajar para mejorar, aquellos que se sumergen en la autocompasión excesiva tienden a culpar a factores externos o a su propia "mala suerte" por sus circunstancias.

Además, la autocompasión excesiva puede llevar a una falta de motivación para cambiar. Cuando una persona se acostumbra a sentir lástima por sí misma, puede volverse complaciente y resistente a cualquier esfuerzo para mejorar su situación.

Otro efecto perjudicial de la autocompasión excesiva es su impacto en las relaciones interpersonales. Las personas que constantemente se lamentan de sus propios problemas pueden volverse agotadoras para quienes las rodean, lo que puede generar distancia y resentimiento en las relaciones.

Por último, la autocompasión excesiva puede alimentar un ciclo de negatividad y auto sabotaje. Cuando una persona se enfoca en lo negativo y se niega a ver el lado positivo de las cosas, es más probable que se quede atrapada en un patrón de pensamiento autodestructivo que dificulte su capacidad para encontrar soluciones efectivas a sus problemas.

Conclusión

Mientras que la autocompasión en sí misma es una herramienta valiosa para cultivar la resiliencia emocional, es importante mantener un equilibrio saludable y evitar caer en la trampa de la autocompasión excesiva. Reconocer nuestras dificultades con compasión y amabilidad es fundamental, pero también lo es asumir la responsabilidad de nuestras vidas y trabajar activamente para mejorarlas.

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